27 oct 2021

Cuatro motivos para no jugar contigo

El rol tiene un importante componente interpersonal, y es que debemos llevarnos bien o al menos compartir cierta visión de la afición con el resto de la mesa, sea la forma de juego, el contenido, la temática o cualquier otra cosa. Una parte de esto sería el contrato social, la otra sería llevarse bien fuera de la mesa de juego.


El que no te apetezca compartir un momento, afición o cualquier otra cosa con alguien es algo relativamente común, unas veces será una partida online, otras veces una tarde de cine, lo que sea, dependiendo de la persona. En el rol lo más habitual es que ocurra de un Jugador hacia un DJ en función del estilo de dirección o juego por ejemplo, o entre los propios Jugadores, pero parece existir cierto tabú a la hora de que sea el DJ quien ponga peros a un Jugador. Quizá sea porque existe cierto cliché sobre los DJ en que parece que ansiamos dirigir sobre todas las cosas o que tenemos cierta paciencia desarrollada cuando llevan unos años en ello (Y esto es parcialmente cierto) pero creedme, hasta los DJ tienen sus preferencias.

En este artículo y desde un punto de vista estrictamente personal y como DJ habitual, me gustaría ahondar sobre ciertas actitudes en la mesa de juego que hacen que se me quiten totalmente las ganas de jugar con una persona. Insisto, es una opinión y a cada cual puede molestarle algo diferente. ¿Vamos a ello?

Cuando no quieres jugar con alguien en concreto los motivos pueden ser muy diversos: Puede ir desde motivos relacionados con el juego (Diferentes preferencias de estilo, temática, tipos de Personaje, etc) a directamente otros motivos relacionados diametralmente con el juego en sí. Como dije, los que voy a mencionar son los que por mi parte considero graves o suficientemente importantes como para plantearme no jugar y seguro que vosotros tenéis vuestra propia opinión al respecto, y estaré encantado de leerla en los comentarios. Como dije anteriormente, las enfoco desde mi punto de vista como DJ y están basados tanto en experiencias personales como en otras historias de terror que me llegan de conocidos, emails u otras lecturas en la red.



Sí, los DJ tenemos opinión

Ocupes el papel que ocupes en la partida quieres disfrutar de ella y eso implica que el contacto y juego con el resto de participantes debe ser agradable. No parece que exista complejo alguno para los Jugadores a la hora de reconocer que preferirían no compartir mesa con otros Jugadores, pero sí que parece que está mal visto que sea el DJ quien lo diga. Quizá el punto más importante aquí es que si un DJ no quiere compartir mesa contigo pues no hay partida para ti, sin embargo bajo lo antes mencionado dirigir no es una obligación, y siempre puede hacerlo otro participante en la mesa. Soy perfectamente consciente de que estas líneas escritas como DJ habitual puedan aparentar autoritarias, especialmente si consideras las responsabilidades de la dirección, pero como dije antes, ningún DJ es esclavo y cualquiera puede dirigir mejor o peor. Con esto me gustaría reivindicar el papel como participante del DJ y con ello el derecho a disfrutar de la partida como el resto, no estando obligado a tener responsabilidades externas a la propia partida. Y no hablo de echar a alguien de la mesa, hablo de directamente comenzar sin esa persona. Dicho esto, alguna de las cosas que me molesta encontrarme son...


Cuando el rol no es prioridad

No es que considere el rol una prioridad en mi vida, de hecho es incluso extraño encontrar quien le dedique un espacio importante en sus aficiones. Es una afición (Y no digamos ya si eres DJ) que exije dedicación, espacio y tiempo, no digamos ya si como DJ o Jugador desarrollas material o te gusta escribir trasfondo. Pues existe el caso opuesto a este tipo de personas, aquellos a los que el rol básicamente no les importa, a pesar de “involucrarse” en él ocasionalmente.

Cuando hablo de prioridad o de no importancia, hablo de la cita en sí. No es que tengas otros quehaceres o eventos importantes que no te permitan llegar a la partida, es cerrar la hora y fecha de la misma y que dos días antes, y por surgirte otro plan, decidas no acudir, puntos extras si no avisas o lo haces horas antes. Evidentemente pueden surgir imprevistos, pero la cosa empeora cuando prácticamente cualquier plan que te surja es suficiente para cancelar la partida, porque en realidad, aunque te guste, el rol no te importa ni forma parte de tus aficiones en realidad. Siempre digo que esto marca la diferencia entre Jugadores de rol y roleros: Unos lo son por gusto ocasional y en este caso ocupa el último lugar en la lista de “cosas divertidas por hacer”, siempre hay un plan mejor. Para los otros es una afición estable.



Esto en sí no es un problema, cada cual puede concederle la importancia que considere y no he venido yo a decir que se ponga sobre otras cosas, faltaría más. Pero si no tienes cierto compromiso con la mesa o tus amigos, quizá no deberías embarcarte en una campaña y mucho menos cerrar citas con un grupo, ya que es probable que no sólo perjudiques la experiencia ese día, también a largo plazo y a dos personas como mínimo. El simple hecho de no acudir sin avisar (el peor de los casos) o cancelar en el último momento repetidas veces ya dice bastante de la actitud de la persona.

Con el tiempo se identifican este tipo de Jugadores, ya que algunos oscilan entre temporadas de compromiso sólido y temporadas sin él, pero con el tiempo se acaba viendo una tendencia.

Como DJ, mi consejo es llevar la campaña a un punto donde puedas sacar a este tipo de Jugador sin que la misma sufra daños. Como Jugador, si sufres un compañero de este estilo, trata de que tu PJ tenga el mínimo lazo de especial importancia con este tipo de Personajes, ya que la probabilidad de que queden asuntos sin resolver en partida es alta.

Como la mayoría de problemas mencionados en este artículo, esto podría solucionarse hablando con el Jugador y con sinceridad por ambas partes, tanto en el objetivo de la partida como en prioridades de juego, pero ya de por sí parece difícil porque evidentemente, si no le llama el rol como el resto de aficiones partimos de un punto que coloca a la afición en baja prioridad, y la propia actitud de quien hace esto habla por sí sola con respecto a sus compañeros de mesa. La cosa se complica más aún cuando es el DJ quien decide no compartir más la mesa con el Jugador, porque literalmente, éste se ha quedado sin partida


Cuando el juego no importa

Da igual si juegas algo más narrativo y poco definido en reglas o algo completamente crunchy y mecanizado: El estilo de juego del Jugador en cuestión es siempre el mismo, de un lado o del otro y no siempre encaja en la idea de la partida. El problema ocurre cuando está en el punto opuesto y no hay forma de hacer que vuelva al tono de la partida. Esto se da tanto con aspectos del juego en sí (Temática, narrativa, contenido…) como con el propio estilo de juego u otras actitudes, como bromas o comentarios fuera de lugar, interrumpir a los compañeros, ruptura del ambiente o que, literalmente, siempre sea el mismo Personaje a lo largo de los años (Pícaro y con amnesia, huérfano sin trasfondo…) y ya con eso tenemos la bomba que va a romper tu partida desde dentro. Está fuera con el tono mecánico, está fuera con el tono narrativo y viene a aportar cero con el no-trasfondo.



Evidentemente como mencioné al inicio habrá DJs a los que este tipo de actitud no les importe y es perfectamente respetable, en mi caso es un poco desilusionante que todos los participantes pongan de su lado y otro no lo haga, desluciendo un poco el conjunto.

De nuevo puedes hablarlo con el Jugador, pero en este caso lo haría ANTES de la partida, haciéndolo consciente del tono de la misma y del juego, asunto básico para tratar sesiones cero, básicamente contarle un poco lo que se espera de esa persona.


Cuando el que no le importa eres tú

Si piensas que el punto anterior es difícil, imagínate cuando lo que le da igual es el DJ. Supongamos que preparas una partida, te reúnes en privado con los Jugadores, hablas con ellos, les echas un cable con sus PJs… y no acuden a la partida. O deciden cambiar el PJ justo cinco minutos antes de comenzar, o tienen absoluto desinterés para leerse dos párrafos de ambientación. Resumiendo, les da igual tu inversión de tiempo y la propia partida, y para colmo normalmente se suelen convertir en el mismo tipo de Jugador que el punto anterior.

Aquí reconozco que me tocan algo que me molesta seriamente: Mi tiempo de ocio. Con la llegada a la vida adulta este tiempo escasea para todo el grupo y creo que cualquier DJ que invierta tiempo en un Jugador para que su experiencia sea fluida merece un mínimo de respeto aunque sea por eso, y en el momento en que ese Jugador no valora eso, ya la cosa se tuerce. Y peor aún si suele ser frecuente.

Obviando la solución diplomática de hablar el tema, que siempre será la llave ideal para la mayoría de problemas de la mesa, la siguiente opción es directamente jugar improvisado o buscar otros miembros más interesados en el tiempo de partida que plantea una preparación mínima por su parte.



Cuando no importan los modales

Cuando lo que falla son los modales en la mesa la cosa empieza a complicarse. Aunque personalmente sólo me ha ocurrido en un par de ocasiones reseñables, muchos de los que se sientan a la mesa parecen no comprender un mínimo como funciona la etiqueta de “Hemos venido a jugar juntos” o la del contrato social, y parecen más preocupados por buscar un enfrentamiento con otros miembros de la mesa por cualquier motivo, terminando en insultos cruzados, a veces de forma velada incluso en la partida. La forma más extrema de “olvidar” la etiqueta social es convertir la sesión en una tanda de comentarios y actitudes inapropiadas tanto dentro como fuera de la mesa: Machismo, racismo y otros -ísmos nocivos, bromas de mal gusto, comentarios hirientes acerca de otros Jugadores… Seré breve, con estos directamente y a título personal, mi recomendación y método es sacarlos de la mesa. Es el tipo de Jugador capaz de destruir tu grupo, tu partida y tu campaña, y es especialmente molestos cuando el resto ha encontrado tiempo para quedar (a veces, desplazándose hasta algún lugar) y finalmente la partida queda interrumpida o no llega a comenzar por este motivo.

 

¿Qué otros motivos tienes tu para no querer jugar con alguien? ¿Hay algo que te saque de tus casillas a la hora de jugar? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

3 comentarios:

  1. La verdad que, por suerte, nunca he vivido la mayoría de esas situaciones. Si tengo un jugador que parece jugar siempre el mismo tipo de personaje y se limita a tirar dados, roleando lo mínimo. Sin embargo, creo que se trata más de un problema de timidez que de falta de compromiso por el juego; de echo es un tío que nunca falla a las partidas, contribuye al buen ambiente y siempre se ofrece a echar una mano con la logística "imprimir fichas o mapas, comprar cocacola...".

    El único tema es que no entra en el rollo narrativo e interpretativo del resto del grupo, pero creo que merece la pena seguir trabajando para que se suelte.

    Un buen artículo, echaba de menos leerte. Un saludo.

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  2. Concuerdo con el comentario anterior, se echaban de menos las publicaciones del blog. Tanto que un mes he tardado en ver esta nueva pensando que ya no había más 😅. ¡Me alegro de que siga vivo!

    Sobre el tema del artículo, poco puedo decir que no sea desde la perspectiva del jugador. Y creo que la experiencia del rol cambia de forma significativa de jugar con un grupo estable de amigos a jugar partidas sueltas con grupos ad-hoc. Mi experiencia es más ésta segunda y aunque la mayoría de las veces positiva, no han faltado jugadores con los que no repetiría.

    También se nota mucho quien tiene que hacer un verdadero esfuerzo para poder jugar y valora ese tiempo, y quien no.

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  3. A esos los mandas directamente a Carceri

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