El inicio de una partida o campaña es un buen momento para sentar las bases narrativas que usaremos posteriormente: Ofrecer una visión general del mundo, del objetivo, Personajes, villanos... y amenazas y conflictos. Es una forma ideal de poner en perspectiva los siguientes pasos de la narrativa y sobre todo el papel que tienen (O tendrán) los Personajes.
El cómo hacerlo y lo que podemos presentar varía tanto como la temática y tono de la partida, y es algo que hemos visto tanto en el cine, como en la literatura. Este mismo proceso de presentación y conjunto de escenas lo podemos emplear para diversas cosas, todo en conjunto. Veamos entonces como mostrar tus cartas al inicio y dejar claro cual es la amenaza en tus partidas de rol.
Primero la situación
Lo primero para emplear este tipo de escenas en las que se muestra un peligro es ponerlo en contexto. Si los Jugadores no conocen la ambientación, lo ideal es invertir un par de minutos de explicación o escenas que reflejen esta ambientación, lo que es posible y lo que no, y sobre todo no descubrir la intención antes de tiempo. Comentarios tipo "La leyenda dice que el dragón nunca va a despertar... / sólo despertará si..." evidencian por donde va a ir la cosa de forma muy burda. Evítalas a toda costa. Decía Lovecraft que el mayor miedo es el miedo a lo desconocido, y en este caso se cumple: Si es inesperado o no se explica del todo, mucho mejor.
Sobre todo, si se trata de ambientaciones desconocidas para los Jugadores, debería quedar muy claro qué es lo normal y cotidiano, ya que va a ser precisamente lo que rompamos. Diría que como máximo vais a necesitar una sesión para ello, y como mínimo depende mucho del marco ficticio en que nos situemos (Si es Nueva York en 2017, pues lógicamente será más sencillo).
Después la amenaza
Las formas de introducir la amenaza pueden ser muy variadas, desde más a menos disruptivas, hasta hacerlo muy de soslayo. Un ejemplo clásico es el inicio de El señor de los anillos, que previamente te establece un contexto para posteriormente mostrarte a Sauron batiendo un ejército entero, que además es un concilio de razas, partiendo una espada legendaria y portando El anillo único, establecido como el epítome del poder en ese mundo (Y hasta ese momento).
Otro ejemplo que se da mucho en el anime es el mostrar el poder del maestro del protagonista, estableciendo un límite a alcanzar, y que automáticamente hace que podamos establecer un rango de poder entre las acciones del protagonista y las mostradas por el maestro. Equivale a cuando en una película de acción el enemigo del Personaje principal puede partir paredes a puñetazos y durante los entrenamientos del prota, éste no parte ni tablillas. Sabremos cómo es la amenaza y cómo es nuestro progreso por simple referencia. Mostramos la escala de poder.
Hacerlo de soslayo es otra técnica importante. Empleando los ejemplos anteriores, si mostramos al inicio el poder del maestro y revelamos posteriormente que el villano es él, tenemos una doble sorpresa: Por un lado, la traición en sí, y por otro, el saber que, muy posiblemente, sus capacidades sobrepasan a las nuestras.
Otro ejemplo reciente, aunque esta vezsea a largo plazo, es la saga de películas de Los Vengadores, desde la película homónia hasta Endgame están constantemente girando sobre la misma amenaza, las piedras del infinito, y encajando las piezas en cliffhanger constante de forma que al final acabes sorprendido porque te han mostrado la amenaza desde el inicio, pero quizá no suspiste verla del todo. Comenzó mostrando el poder de cada piedra para luego hacerte consciente de que alguien podría poseerlas todas a la vez.
La presentación de amenazas también puede ser escaladas, como ocurre en Evangelion. Si un ángel, las criaturas que enfrentan los protagonistas, ya es un peligro, el ataque de dos es más grave, y en las útimas películas de Godzilla o Pacific Rim también se sigue el mismo patrón: Un kaiju es una amenaza, pero cuando son dos o de rango superior, ya tenemos la referencia del reto. El inicio de Pacific Rim es un ejemplo también de muestra de escala de poderes.
Aunque no lo he mencionado, las amenazas pueden venir en múltiples formas: Desde villanos de corte clásico, una posibilidad de amante oculto o hasta consecuencias ambientales, cualquier cosa que se nos pase por la cabeza. Lo relevante es dejar claro qué es lo cotidiano en la ambientación y cuál es la escala de la amenaza o el conflicto.
Aprovechando la escena
Estas escenas de muestra de cotidianidad y escala de poder, los dos elementos principales de esta técnica puede ser aprovechados para mostrar aún más cosas. En El señor de los anillos se abren varias ramas que serán aprovechadas posteriormente: Quién es Elendil e Isildur, el simbolismo de Narsil y la trama de su reforja, la voluntad del hombre, cómo llega el anillo hasta las manos de su siguiente poseedor, etc.
Así pues sería una buena idea emplear este camino para presentar personajes y abrir otras vías de trama que podamos explotar posteriormente, haciendo el mundo más vivo. En muchas ocasiones, esa viveza se traspasa al papel de los Personajes, ya que su pertenencia o no a una de las partes afectadas es muy probable que se traspase a sus objetivos: Si Sauron ataca la Comarca y los Personajes son hobbits, es muy probable que eso establezca varios conflicto, tanto internos como externos, al Personaje: Rompe su cotidianiedad, su ambiente, establece un villano y a nivel interno los Personajes tienen familiares y amigos en el lugar.
Comenzar bien con este tipo de escenas nos permite crear ganchos de aventura y presentar ambientaciones y conflictos más creíbles, sea por desarrollo o escala, y según el caso incluso plantear conflictos internos a los Personajes.
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