7 mar 2018

El inesperado valor de los PNJs

Estáis en una taberna y se os acerca un encapuchado para pediros un encargo… y básicamente os hace el lío para meteros en una campaña de tres meses en la que vuestros Personajes salvan el mundo. Con algunos matices, variantes y menos cachondeo (o no) los Personajes No Jugadores (o PNJs) toman en muchas ocasiones una importancia vital, ya sea en papeles principales, como detonadores o causa directa de la aventura o tomando un protagonismo inesperado en nuestras partidas en el mejor de los sentidos.



Muchas de las anécdotas roleras que soy capaz de recordar tienen como elemento central un PNJ en principio genérico, pero que inesperadamente y gracias a los Jugadores y sus Personajes acaba siendo una pieza central sobre la que gira una nueva aventura. Y es que los caminos del rol son inescrutables, especialmente para los PNJ.


¿Qué hace a un PNJ especial?

Al plantearme este texto pensaba mencionar todo aquello que han tenido en común los casos donde un PNJ cobra un sentido especial, pero realmente comienzan por un punto en común: Tenían nombre.

Volvamos a la situación inicial clásica: Introduces un PNJ en una partida y de repente despierta el interés de los Personajes o acaba envuelto en sus aventuras. Lo primero que necesita y que le concedemos es un nombre, les humaniza, les da carácter, les da casi un trasfondo en función de su fonética (Los nombres suenan diferente según la cultura del portador, incluso en los juegos de rol). Un nombre bien elegido se graba en la memoria de los Jugadores.

Y ahí comienza todo. El trasfondo del propio personaje secundario depende de nuestra metodología, quizá teníamos algo ya pensado o lo improvisamos en el momento, podemos preguntar a los Jugadores y construir con sus respuestas o ir desarrollando poco a poco, dando pistas. Si el secundario llega a tener una ficha y acompañar al grupo, prácticamente pasa a ser un Jugador más.

Un buen PNJ tiene ciertos elementos narrativos comunes, como rasgos que lo diferencian de resto de pasantes de partida, como el nombre anteriormente citado, un trasfondo algo peculiar que le de algo que contar y su aspecto. Narrativa y psicológicamente es muy diferente decir “Aquel viajero afortunado os espera fuera” que “Johan el Magnífico os espera en la puerta”, un nombre y un apodo sencillos ya hace que vuelen las teorías acerca de su pasado y su papel en la aventura… incluso aunque realmente este último no exista o no lo tuviéramos pensado.



Haciendo girar la rueda ardiente

Lo cierto es que incluso con los nombres hay matices. Un consejo sencillo, huye de los nombres stándar que conviertan al PNJ en un chiste andante.

Fuera de eso, para que la rueda comience a girar, para que un PNJ se convierta de repente en una pieza intrigante, un puzzle a resolver o una side-quest, se requiere cierto compromiso en la mesa; un DJ abierto que permita a los PJs explorar el mundo, aunque ello signifique ignorar la aventura principal en favor de nuevos rumbos y sobre todo, Jugadores con interés capaces de ver un PNJ como algo más que Puntos de Experiencia con patas o mero relleno. Cuando ambos elementos coinciden, la partida deriva en una nueva aventura impredecible basada en la interacción entre el secundario y el grupo principal.

Por supuesto requiere cierta habilidad por parte del DJ para improvisar y proveer de trasfondo al personaje, puesto que no siempre desarrollar todos los aspectos de un PNJ en concreto significa que los Jugadores vayan a fijarse en él… de hecho suele ser al revés, irónicamente los que menos tenemos siempre preparados y puede verse el cartón piedra tras ellos, son los que les interesan. La cantidad de veces que mis grupos han tenido especial interés en proteger a un determinado secundario porque simplemente les ha caído bien en una conversación trivial (o les gustaba su acento) es apasionante.

Personalmente, tanto como DJ como cuando me toca el papel de Jugador, me encanta cuando se es capaz de ir más allá del figurante y poder explorar las microhistorias que plantean los PNJ dentro de los grandes universos de juego que solemos manejar. Es una de las grandes muestras de libertad e improvisación de los juegos de rol y lo que los hace diferentes.


Recuerdos, recurrencia y enlaces

Con el paso del tiempo y las partidas he llegado a tener una pequeña lista de PNJs recurrentes que se van topando con los diferentes aventureros de mis grupos de juego. A veces cuentan historias de otras partidas o rumores de sus viejos Personajes, y a mis Jugadores les encanta encontrarlos. Existe una especie de apego a las anécdotas que surgen con él y la información que ofrece. Su trasfondo se ha construido poco a poco y cada vez son capaces de ofrecer más, por ello tampoco me importa que opten por seguirlo en vez de la trama principal, o incluso que lo integren en ella.



Otra forma es enlazarlos al trasfondo de uno de los Personajes, pero creo que puede parecer muy forzado partir con ese plan en mente, teniendo mucho más impacto cuando aparecen de forma inesperada.

Como consecuencia de esas buenas experiencias, normalmente suelo detallar un par de PNJs más de la cuenta, los que por intuición intuyo que despertarán el interés de mis grupos de juego (o emplear los que quedan ausentes) y debo decir que en muchas ocasiones dan resultados mucho mejores que las tramas principales o directamente las enriquecen.


Mi consejo: Prestad más atención a los PNJs y dejad que los Personajes se interesen por ellos y sus andanzas. Las aventuras y anécdotas que derivan de ello merecen mucho la pena. Valga como testigo esta pequeña reflexión.

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