18 sept 2022

Cómo crear tu propio juego de rol

Desde nuestros inicios, a los seres humanos nos gusta contar historias y hemos buscado diferentes formas de hacerlo: Desde la música, el cine o la literatura hasta los propios juegos de rol.

Bajo esas categorías, los juegos de rol tienen particularidades que los diferencian del resto de los mencionados. La primera es su interactividad como juegos en base a sus mecánicas y la segunda, mucho más importante, aquello que atañe a su narrativa, en la gran mayoría de ocasiones construida sobre la marcha de forma colaborativa en función del transcurso del juego. A grandes rasgos son un conjunto de herramientas y notas generales de corte lúdico para dirigir una ficción narrativa: El relato que se construye a medida que jugamos.

Esto es lo que hace a los juegos de rol una afición tan especial, y muy probablemente el deseo de construir tus propias historias y emplear tus propias herramientas y mecánicas para ello te haya llevado al punto clave: Quiero crear mi propio juego de rol. ¿Por dónde empiezo?

Habitualmente, cuando hablamos de “crear nuestro juego de rol” nos referimos a crear un conjunto de sistema (el juego en sí) y ambientación (el escenario de ficción), por ahora vamos a centrarnos en el primero de estos puntos, el sistema.

Tus primeros pasos aquí deberían ser conceptuales, es decir, delimitar cómo quieres que sea tu juego y de qué va a tratar. Piensa en los objetivos que buscas para tu juego de rol ¿Se centrará en el combate y la exploración? ¿O quizá gira en torno a las relaciones entre Personajes? Puedes hacer una lista de tus objetivos, poniendo en los primeros puestos las sensaciones y temáticas generales que buscas para tu proyecto, eso te ayudará a no perderte en el proceso creativo. La lista no debería ser muy extensa, no más de tres o cuatro conceptos.


¿Qué es un sistema?

Una vez sabemos lo que buscamos para nuestro juego, es hora de ponernos a trabajar para diseñar nuestro propio juego de rol. En los juegos de rol, llamamos sistema a los métodos que usamos para determinar diferentes aspectos de la ficción y la narrativa. ¿Cómo decidimos si un Personaje tiene éxito en sus acciones? ¿Cómo de bien transcurren dichas acciones? ¿Cómo cuantificamos cómo de inteligente o fuerte es un Personaje? Todas estas interrogantes podrían ser resueltas por el sistema. Es una forma para interactuar con la ficción que propone el juego y habitualmente la favorece o genera en mayor o menor medida.

Algunos juegos poseen un sistema propio y exclusivo diseñado específicamente para cumplir ciertos objetivos y fomentar un estilo de juego, mientras que otros pueden poseer un sistema genérico (Sin modificar, modificado parcial o totalmente) creado por un tercero que cubra las necesidades del juego. Llegados a este punto ya deberías tener una lista de objetivos que busca tu sistema de juego para poder crear mecánicas que los favorezcan, ya que son esos aspectos los que más aparezcan en la ficción narrativa del juego que estamos creando. ¡No podemos crear un juego de rol que gire en torno al combate si no tenemos cómo resolverlo!

En este momento, y una vez tengas claro lo que quieres, puedes buscar un sistema existente que cumpla tus objetivos y requisitos y puedes limitarte simplemente a escribir una ambientación para él, pero entiendo que si has llegado hasta aquí es que quieres crear tu propio juego de rol desde cero, sistema incluído.




¿Qué necesita el sistema de un juego de rol?

A grandes rasgos, podemos dividir un sistema de rol en dos partes: Sistema de resolución y Sistema de recompensa. Son las dos grandes piezas que empleamos para interactuar con la ficción, las partes más “juego” de un juego de rol y funcionan de forma similar a un engranaje, alimentándose la una a la otra.

El Sistema de resolución es una mecánica de juego compuesta por todos aquellos elementos que usamos para saber cómo se resuelven las situaciones en la ficción o narrativa. Por ejemplo y de forma simplificada, si establecemos que para saber si la acción de un Personaje sale bien o mal lo decidimos con una moneda a cara o cruz, ése será nuestro sistema de resolución, ya que “resuelve” la situación y nos dice cómo continúa.

A menudo, esta pieza mecánica tiene muchos más detalles, por ejemplo la posibilidad de obtener resultados intermedios o involucrar el uso de otros aspectos del Personaje en forma de valores numéricos o acciones de juego, como podrían ser sumas o restas al resultado o permitiendo lanzar los dados de nuevo.

El Sistema de recompensa son las mecánicas que proporcionan un momento de satisfacción de forma cíclica, ya sea en forma de recompensas temporales o permanentes, mecánicas o narrativas. Esta recompensa impulsa e invita a los Jugadores a actuar dentro del papel de sus Personajes, es decir, mueve el juego y su narrativa en una dirección concreta. En un ejemplo sencillo de mecánica que se activa con la narrativa, supongamos que nuestro juego trata de aventurarse en mazmorras y conseguir tesoros. Al terminar cada mazmorra, se contea el valor de los tesoros y llegado a cierta cantidad, los Personajes suben de nivel y mejoran sus habilidades. Este Sistema de recompensa haría que los Jugadores movieran a sus Personajes en esa dirección, buscando tesoros, favoreciendo la temática y dándoles nuevas herramientas para futuros retos.

Al tener nuevas habilidades, el Sistema de recompensa favorece e interacciona con el Sistema de resolución, mientras que empleamos éste último para seguir activando el primero, creando un ciclo.

¿Y la ambientación?

Al inicio hemos mencionado la posibilidad de simplemente escoger un sistema de juego existente y escribir una ambientación para él, pero lo cierto es que si diseñas un juego de rol desde cero, vas a necesitarla. Pero ¿Qué es una ambientación?

Una ambientación (también llamada “setting” en inglés) es el conjunto de ficciones temáticas que rodean al juego, es decir, de qué va, cómo es su mundo, su normas para la ficción, sus personajes y en definitiva, toda la parte narrativa que envuelve la mecánica y donde van a transcurrir sus aventuras. Su función es la de proveer un marco donde crear la ficción, dictar aproximadamente qué es coherente y qué no en su mundo, y sobre todo mover a los personajes en la misma dirección que propone el sistema. Así, un sistema de juego que gire en torno a la investigación tendrá una ambientación de, por ejemplo, una agencia de detectives secreta y su mecánica de recompensa podría ser cantidad de casos resueltos por el grupo, así, todo compone un ciclo sin fin que lo envuelve todo.


¿Te has decidido ya a crear tu propio juego? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!

1 comentario:

  1. Otro buen artículo. Sobre esta temática tienes algunos viejos muy interesantes.

    En mi caso, quise e idee juegos de rol antes incluso de jugar juegos de rol 😂😅

    Un día de estos debería dar un acabado a alguna de las ideas que guardo en cuadernos y documentos y publicar aunque sólo sea por compartirlo con los demás.

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