Crear un juego de rol no es sencillo, especialmente si lo que buscamos es el conjunto de ambientación y sistema. A todos nos hace especial ilusión imaginar libros de tapa dura, con un texto agradable y sin errores, pero se nos hace un mundo cuando nos ponemos a redactar (O corregir, delicado suplicio) y en ocasiones, nos desanimamos o no sabemos cómo continuar.
La mayoría de autores noveles caen (o caemos) en los mismos errores: El fantasy heartbreaker o comenzar proyectos muy largos, y en un porcentaje absurdamente alto terminan en un cajón, olvidados, o resignados por falta de ganas o motivación para escribir.
Crear un juego de rol es una carrera de fondo muy exigente, especialmente si nunca hemos escrito antes o lo hacemos en solitario. En este artículo me gustaría compartir con vosotros un par de trucos para mantener la motivación y la ilusión, como siempre, yo no soy un experto, de modo que lo que aquí recojo son aquellos trucos y consejos que, en mi experiencia personal he considerado efectivos, teniendo en cuenta que cada creativo es un mundo.
1 Ten claras tus ideas
¿Sistema o ambientación? ¿O ambas? Elegir una cosa u otra depende sola y exclusivamente de ti, pero considero que antes de iniciar un proyecto se ha de sopesar qué es lo que necesitas, qué es exactamente aquello que quieres realizar. A menudo por los foros de juegos de rol se pueden ver hilos de gente que quiere crear, pero no tiene claro si desea un sistema o una ambientación, o ambos. Si buscas crear un mundo de juego, es una ambientación, si lo que quieres es crear una metodología de juego, es un sistema. Si quieres ambos, es un juego de rol.
Identificar lo que buscamos nos ahorra trabajo, es obvio. Imagina que únicamente buscas crear un mundo de juego y te das cuenta cuando tienes todo un entramado de sistemas y mecánicas...
2 Mejor de uno en uno
En general, cualquier persona creativa se ve bombardeada a diario por ideas, y en nuestro hobby, las mejores acaban en partidas o desembocan en juegos.
Si bien yo soy el primero que tiene más de un frente abierto, soy consciente, por haberlo comprobado, que no merece la pena. Los juegos que he acabado o más cercanos a estarlo han sido aquellos cuya dedicación ha sido completa. Uno de los motivos por el que recomiendo encarecidamente que se usen blocs de notas como Evernote o OneNote es para evitar tener mil proyectos abiertos. Cuando tengamos una buena idea, la anotamos con todo aquello que nos venga, y la dejamos aparcada hasta terminar nuestro proyecto actual.
3 Crea un hábito
Escribir es como el ejercicio. Es más fácil si cada día escribes un poco que dedicar todo un día a ello y que sea poco productivo, no sólo porque ese día la inspiración pueda estar baja, sino porque es más probable que con el paso de los días se retroalimente pensando en lo que quieres contar o escribir. Marcarte un mínimo de palabras puede ser un buen comienzo, además, serás consciente de que el proyecto avanza, y no se te hará tan largo. Evitarás encontrarte días en los que has escrito poco o nada, o en el peor de los casos que no te guste, y empezar a preguntarte si realmente avanzas.
Un método interesante para ejercitarte es, por ejemplo, abrir un blog, escribir sobre cualquier cosa, con el objetivo de acostumbrarte a darle a las teclas y de paso lograr una expresión textual fluida. Se dice que cualquier actividad repetida 20 días se convierte en costumbre.
4 Ambición en su justa medida
Si bien ya hablé en otro artículo de que un manual con 300 páginas no debería ser tu objetivo, hoy debo añadir que siempre es mejor volcar buenas y contundentes ideas en un formato conciso, que en un megaproyecto, especialmente si estás comenzando con el hobby de escribir. Cuando vas a embarcarte en una nueva idea, al no haber realizado nada similar anteriormente, no tienes la confianza en ti mismo, ni la experiencia necesaria para terminarlo. Si comienzas por proyectos de pequeño o medio tamaño, irás adquiriendo experiencia, confianza y destreza, y ya tendrás tiempo de cosas mucho más grandes.
Esto sirve también para, si pecas en llevar más de un proyecto al mismo tiempo, por lo menos podrás acabar el más pequeño. No es lo mejor, pero es un consuelo, y habrás obtenido algo de experiencia en el proceso.
5 Busca la inspiración
Dicen que lo mejor es que la inspiración te pille trabajando, y en este caso es cierto. Pero la inspiración también puede ser provocada, buscada. Existen muchos modos, desde que te ataque en el baño a dar paseos, o ver películas, jugar videojuegos y leer libros relacionados con tu proyecto, o leer los trabajos e ideas de otros autores que sean similares a los tuyos.
A mi por ejemplo me funciona bastante bien escuchar música, es donde encuentro inspiración. Otro modo es el siguiente consejo...
6 Habla de tu proyecto
Hablar de lo que estás haciendo ayuda muchísimo. Las preguntas e interés de la gente te animará a terminarlo, y sus sugerencias o comentarios pueden serte inspiradores o de ayuda en los momentos en que te encuentres atascado o bajo de motivación. Hay gente deseando saber lo que estás haciendo y muchas probabilidades de que les guste o se sientan interesados por ello, lo que suele suponer una inyección extra de ilusión. Además, explicarte hará que refuerces tus planteamientos e ideas, y lo tengas todo un poco más claro.
7 Si es posible, planifica
La rutina creativa de cada autor es impredecible y particular, exclusiva. Planificar ciertas horas libres para dedicarlas a escribir es lo mejor para lograr una disciplina, o para crear un momento en el cual volcar toda las ideas o ocurrencias que se dan a lo largo de la jornada. Y aún más importante, aunque a menudo se bromea con ello, procrastinar es una palabra muy bonita para algo que, para cualquier autor, es terriblemente nocivo. Evítalo a toda costa.
8 Haz lo que te gusta
El más importante... crea lo que te guste. Sentirte a gusto con tu obra es esencial, ver como toma el camino que deseas es una inyección de motivación muy importante. Piensa siempre, que aquello que uno crea o diseña lo hace en base a una demanda personal, y hay muchos con tus mismos gustos. No tengas miedo de cambiar las cosas si eso lleva la obra por el camino que deseas.
Y si ya has creado algo o estás en ello... ¿Qué otro consejo agregarías tú?
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