10 abr 2019

Ahí tienes la puerta: Motivos para echar a un Jugador

Desafortunadamente, a lo largo de nuestra trayectoria como DJ, es probable que llegue el momento de plantarte cuando algo vaya mal, y debas tomar una decisión un tanto molesta para todos: Echar a un jugador de la mesa. Quizá se lo haya estado buscando y tengas que poner cara de Clint Eastwood mirando el sol perderse en el horizonte, pero a veces no queda otra alternativa.


Esto puede llegar a ocurrir por muchos motivos que difieren de nuestro criterio y grupo, pero al final suele ser una decisión que se toma por el bien de la mesa. ¿Qué debe hacer un Jugador para que le muestres dónde está la puerta? En este artículo tratamos seis motivos a nivel general para que recoja sus cosas y vuelva por donde haya venido, y también el cómo atajarlos antes de tomar esa decisión.


Ausencias contínuas: Uno de los motivos más frecuentes para echar a un Jugador de la mesa, o más bien dejar de esperarlo, son las ausencias contínuas. Habitualmente los grupos ya lo tienen bastante complicado para concretar un momento en que puedan acudir todos como para que encima esto ocurra jugando una campaña. Si encima es siempre el mismo Jugador el que se ausenta, y si se trata de motivos peregrinos, tiene todas las papeletas para que la campaña continúe sin él. En realidad no lo habremos echado de la mesa, pero sí que nos la buscaremos para obviarlo.

Solucionar este problema es un poco complicado si no sabemos cuándo va a suceder la ausencia, y sobre todo dependiendo de la importancia del Personaje en la campaña. Quizá precisamente es su arco narrativo el que se encontraba en activo en ese momento y debamos cambiar toda nuestra hoja de ruta.

A nivel de contrato social, creo que el primer paso sería hablarlo abiertamente y cerrar siempre las sesiones de forma que pueda continuarse con cualquier cantidad de Personajes en activo con cualquier otro arco, así como tener varios frentes narrativos abiertos para poder elegir. Con respecto a la ficción en sí, quizá un objeto que lo haga ausentarse de forma repentina (¿He oído daga de portales?) o tenga compromisos en un pueblo vecino y eso de pie a misiones secundarias futuras. A nivel narrativo ya hablamos de otras formas de resolver este mismo problema en un artículo dedicado concretamente a las ausencias en partidas de rol, y si te gustó, recuerda que puedes encontrar éste y muchos otros en Twitter, Facebook y Diaspora*.

A nivel de juego la cosa se complica un poco más en cuanto tenemos que poner al día al Jugador de lo ocurrido en su ausencia, y especialmente si se trata de juegos que contienen mecánicas de puntos de experiencia.


No prestar atención: Peor que un Jugador ausente es un Jugador que no presta atención. Obliga al DJ a repetir cada momento narrativo con la consecuente pérdida de detalles y tensión e intriga, y a veces resulta que además quiere introducir una acción en la misma escena que acaba de perderse obligando al DJ a hacer avances y retrocesos contínuos. Existe la variante del Jugador pendiente del móvil, que de vez en cuando levanta la cabeza para decir ‘¿Qué?’ o ‘Pego’, o ‘Dime, que no te estaba escuchando, ahora sí’. Tan malo uno como otro, al menos el segundo caso puede solucionarse si ponemos los móviles en modo avión, en silencio, o encima de la mesa bocabajo para que sólo puedan recibirse llamadas o simplemente consultarlos en momento de pausa si fuese necesario (Siempre podemos recibir llamadas importantes en medio de una partida, nunca se sabe).


Esperando al que falta

Este problema concreto es difícil de atajar sin comunicación: El Jugador está “presente” en la partida, pero no está en la partida en sí, su atención está en otro lado. Hay varias opciones, desde obviarlo en las escenas en que “no está”, a simplemente penalizarlo in-game por ello, aunque si me preguntáis, el primer paso siempre debería ser el aviso. Se que a muchos puede parecerle algo extremo decidir no invitar a un Jugador por esto, pero cuando ya son varias sesiones con el mismo comportamiento, pasa a ser una molestia en partida y es alguien que a fin de cuentas no está disfrutando de la actividad. Puede estar perfectamente en su casa con el móvil.


Falta de respeto por el material: Aquí voy a ponerme serio, puesto que considero que aunque se da poco, este punto concreto tiene bastante de personal. Soy alguien que cuida mucho el material rolero, ya que no sólo son libros de juego, en mi caso también lo son de estudio y consulta, aparte de colección. Si algo me revienta por dentro, es que maltraten mi material o lo toquen con los dedos llenos de ganchitos. Sé que hay quién argumenta que los libros están para usarse y son “de batalla”, correcto, pero no todos y no así.

¿Atajar este problema? El material sólo lo toca el DJ o el propietario (y suelen ser la misma persona) y nada más. En casos extremos, el que rompe paga, pero como esto suele también quebrar amistades, la mejor opción es llevar material de referencia en digital o fotocopiado, y rezar porque no toqueteen la tablet en la que llevas los PDF y termine en el suelo…


Falta de seriedad: No sabía bien cómo titular este punto, ya que puede ser otro que de pie a polémica. Con falta de seriedad me refiero a Jugadores contínuamente fuera de tono. Soy un DJ que permite (y mucho, y hasta incita) las bromas y chistes cuando la partida o el momento lo amerita, pero pocas cosas hay peores para la narración y el ritmo y el “momentum” de la partida que una ristra de bromas en una sesión de terror, o contínuas en cualquier otro género, lo mismo ocurre si la partida pretende ser desenfadada y alguien busca cualquier resquicio para tomárselo excesivamente en serio.

Éste problema, como los demás, primero se ataja por la comunicación, dejando claro el tono de la partida y quizá con avisos en la sesión, o quizá cortando el momento ignorando la broma en sí. En mi opinión éste es uno de los que se ocasiona y se soluciona por la misma vía: La comunicación.


Perder las formas: Insultos, acoso… y cualquier derivado, especialmente si dirigimos a desconocidos y no sabemos hasta qué punto lo que hace o dice está afectando al resto. Como imagináis, éste es el más serio y quizá el menos frecuente, pero mi recomendación es que no aguantéis mucho tras una advertencia inicial y lo siguiente sea terminar con su PJ o directamente echarlo de la mesa, primero, porque espero que alguien así forme parte de vuestro grupo habitual, y segundo porque en el caso de desconocidos no sabéis hasta dónde puede llegar. En el caso de que os encontréis en jornadas, comunicaos con los organizadores y en el caso de que se vaya mucho de las manos, habitualmente cada jornada tiene un protocolo para estos casos, ponedlo en marcha.


Una vez el Jugador esté fuera, in-game podéis tomar el control del Personaje u obviarlo a partir de ese momento y tratar de que todo siga lo mejor posible obviando el incidente, aunque en los momentos iniciales encontraréis cierta tensión y malestar.


Llegar a las manos: Bueno, éste es el extremo. Como el anterior, directamente fuera, pero ésta vez sin aviso. Habitualmente a este punto no se llega sin varias advertencias o señales. Toda jornada tiene protocolos para estos casos. Poco más que añadir en este punto.


Y tras la puerta...

En muchos casos, como las ausencias, la falta de atención o de respeto por el material, es muy probable que tras hablarlo con el Jugador, éste quiera volver o sea “recuperable”, no así en los casos más graves, como el acoso, o la agresión, los cuales pueden volver a ocurrir de nuevo al encontrarse en la misma mesa donde ya hubo un enfrentamiento anterior. Como DJ, lidiar con estas situaciones exige diplomacia y temple, saber calmar las cosas, y si no llegamos a éste punto en Jornadas, ponerlo en manos de los organizadores. La mayoría de este tipo de roces (Incluso los graves, antes de que ocurran) pueden solucionarse con mediación, diplomacia, escucha asertiva y comunicación, pero desafortunadamente tiene que darse por ambas partes y no suele ocurrir demasiado.

Es bastante probable que en los peores casos (y especialmente a más participantes haya implicados) se de el llamado Efecto Espectador: Todos miran y nadie hace nada porque piensa que lo hará el de al lado. Aquí tengo malas noticias, ya que como DJ esa persona siempre serás tú. Todo irá mejor si alguien respalda tus actos (y obviamente como en los casos que comentamos, están justificados) pero personalmente siempre me hago la idea de que la autoridad sobre la que recae eso, soy yo como DJ y responsable.

Es muy probable que me haya dejado otros muchos casos en los que echaríais a un Jugador de vuestra mesa, y espero que nunca os hayáis encontrado con una de estas ocasiones o en la decisión de tener que echar a alguien de vuestra mesa, pero si ha ocurrido ¿Nos cuentas tu caso? ¿Estás de acuerdo en echar a un Jugador de la mesa por los motivos mencionados? ¿Cómo los atajas tú?

5 comentarios:

  1. Desgraciadamente de todos los casos que se describen, me he encontrado con un grupo de jugadores que decidieron no prestar atención. Mi pequeño relato se centra en mi grupo de amigos, a quienes inicié en el mundo del rol, una historia que creo que se parece a la de otros muchos aficionados.

    Leí hace no mucho una serie de artículos sobre OSR, en la que se hacía referencia a varios puntos del mazmorreo clásico. Entre ellos se describía la sensación de exploración, e incluso el rol del cartógrafo dentro del grupo.
    Mis primeras partidas eran de esta naturaleza, y la verdad yo las disfrutaba como un enano. Les daba el halo de misterio y exploración que buscaba, y me evitaba tener que adaptarme a las normas del que voy a llamar “rol de mercado” que se basaba en miniaturas. Por aquél entonces no tenía medios para acceder a ese tipo de material, así que este tipo de rol de la OSR era perfecto para mi.

    Las primeras aventuras eran entretenidas, y cumplían con lo que yo y mi grupo buscábamos. El tiempo fue pasando, y vieron en los videojuegos online (MMORPG) la vía de escape que buscaban para tener una experiencia ligeramente parecida a lo que yo podía ofrecerles.

    Al cabo de un tiempo, empezaron a dejar de lado las relaciones con NPC dentro de la partida, utilizándolos como si de un NPC de un MMORPG se tratara. Conforme las sesiones avanzaban, empezaron a realizar acciones más orientadas al metajuego y a acciones propias de un juego de rol por turnos que de aventura de espada y brujería. Dejaron de lado la epicidad para buscar juegos más tácticos sobre la mesa que se parecieran a lo que jugaban en PC.

    Finalmente acabaron mirando sus móviles, entreteniéndose con otras cosas, y en última instancia no prestando la atención suficiente a la aventura, la cual acaba pasando factura a sus personajes por no prestar la suficiente atención a lo que se describía.

    En este caso, yo no ofrecí puerta ninguna, simplemente replegué mi pantalla de director, guardé mis apuntes y decidí dejar de dirigir a ese grupo ya que no me compensaba el esfuerzo de montar una campaña para gente que no tenía el entusiasmo por esta afición que yo si.

    Con el paso del tiempo acabé encontrando un hueco dentro de al comunidad fuera de mi grupo de amigos. Existen varios lugares donde poder jugar online a distintos ritmos. Los años, hicieron que pudiera encontrarme con gente que tuviera también ganas de participar en una aventura, así que poco a poco recuperé la afición de poder jugar en mesa. Incluso algunos de mi antiguo grupo de amigos se animaron a participar en alguna de estas campañas (no todos, ya que preferían ir por otros derroteros).

    La conclusión que saco de mi experiencia es que hay muchos niveles en los que poder disfrutar de esta afición, y que es mejor dirigir a la gente adecuada, que esperar a que tus jugadores reaccionen de la manera en la que esperas.

    Lynx, un youtuber que dedica parte de sus videos a estas cosas explica bastante bien lo que es y no es un DM. Es algo que yo he ido aprendiendo de experiencia propia, y del que me gustaría tomarme la licencia de copiar el enlace de uno de sus videos de una serie que está haciendo dedicada a esto.

    https://youtu.be/Pq2VYt4dQw0

    Gracias por el espacio para expresarme, Trike.

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    1. Muchas gracias por tu comentario Trike!

      Lo cierto es que hay veces que hablarlo con ellos no sirve, e imagino que lo intentaste. Me alegra saber que encontraste otros grupos, a veces no queda otra. Personalmente, creo que hiciste lo correcto.

      Un saludo,
      JR

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  2. Pues con lo bello que es el OSR así llevado, te entiendo plenamente. Me ha pasado hasta con gente que no son mis amigos, dirigiendo OSR y ellos buscando D&D5e. Es una pena, y aunque te gastás tiempo y saliva en explicar las diferencias al final no queda otra que buscar pastos más verdes.

    Quiáz ha pasado bastante tiempo de la publicación del mensaje, pero que sepas que eso que comentas lo vivimos en mayor o menor medida todos los masters OSR.

    Gloria a nuestro querido subgenero, y ánimo para hallar las mesas adecuadas.

    Lo siento barbosidad, pero no podía evitarme este momento de solidaridad.

    Ha sido un Gran artículo, de todas formas, aunque haya sido el compañero el que me empujó a publicar.

    Un saludo a ambos, un anónimo.

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  3. Tengo un problema, soy jugador y bueno soy el típico jugador de equipo y de grupo. Tenía un personaje mago q bueno encontramos un tesoro y quise q se repartiera con todo el grupo. Uno se negó dijo q sólo los q habían luchado. Habia uno inconsciente y me parecía injusto. Todo eso acabó en una pelea en la otro q es amigo suyo en la vida real se mete tb y me tumban al personaje.bien pues este jugador no contento con eso me roba el libro de magia y no me lo da. Pasan las sesiones y no me queda otra q tras un pactó demoníaco conseguirlo.( no sabéis lo frustrante q fueron esas partidas, con cachondeo incluido del jugador x) Pasan sesiones finalmente mi personaje acaba muriendo. Me hago otro completamente diferente. Un guerrero me introducen en este grupo. Y ya el como jugador hace un comentario como en plan cachondeandose del personaje q me he hecho.Pasan dos sesiones. Llegó a un punto q me encuentro las cosas de mi anterior personaje. Las cojo y tal, explicó el vínculo q me unía. El despectivamente me dice eh tu dame esas cosas. Le digo q no Porq formaban parte del personaje x y tal y bueno digamos q las historias de ambos personajes el mio antiguo y este se interconectan. Pues directamente activa un glifo q le había puesto al libro del mago, q obviamemte solo sabia él y lo hace estallar. Ante esto el máster acaba la sesión y yo no puedo más q sentir rabia y sinceramente ya al margen de partidas estoy casi seguro q es personal. Y bueno me siento superfrustrado y cabreado a la vez. No sé que hacer, me entran ganas de dejarlo pero es q me encanta jugar a rol.

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    1. Hola Isi,

      Leyendo tu caso, entiendo que el DJ tampoco ha hecho nada al respecto. Por mi parte sólo decirte que incluso aunque sea reflejo en el juego, creo que por decirlo de algún modo, es una forma de bullying, y está bastante claro que no te permite disfrutar del juego. Creo que podrías hablarlo con el DJ en privado y que de alguna manera ponga barreras a que ocurra, aunque sinceramente en estos casos valoraría el cambiar de mesa o jugar cuando esa persona no lo haga.

      Otra opción, menos diplomática pero viable si ambos Jugadores os conocéis de fuera y os lleváis bien, es hacerte un PJ que sea capaz de devolverle este tipo de jugadas.

      No obstante, entiendo tu frustración, y me gustaría trasladarte que tu última opción, dejar de jugar por ello, es la más extrema, ya que hay muy pocos grupos donde se da esa dinámica y es más por un individuo concreto que por tu grupo al completo al parecer, por no mencionar ya los montones de grupos y Jugadores que puedes encontrar online.

      Espero que todo se solucione de la mejor forma posible y puedas seguir disfrutando del hobby.

      Un saludo,
      JR

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