Uno de los temas clásicos en cualquier medio rolero que se considere a sí mismo como tal es el inicio en la afición y los primeros pasos, pero muy pocas veces se habla del otro lado de la moneda, el fin del rolero, el abandono del hobby. Como cualquier afición, podría ser una que nos acompañe hasta el final de nuestros días… o una que no.
¿Porqué alguien se plantearía dejar el rol? ¿Qué motivos suelen ser los causantes y qué implica esto? Profundicemos un poco en el tema del abandono del rol y todo lo que gira en torno a dicho pensamiento o suceso.
Abandono el rol
El primer pensamiento es el más complejo y el que más nos extraña, pero desde luego no es repentino. Normalmente la idea de frenar con un hobby es producto de un proceso gradual y que suele desembocar en un abandono temporal o permanente de la afición. Comienza como una posibilidad o un descanso leve, y poco a poco va a más.
Personalmente yo sí he tenido esas pausas, tanto en el rol como en otras aficiones. A algunas he vuelto, a otras volví con otra forma de afrontarlas y otras quedaron en el olvido. En el rol, para mi, es más habitual el descanso temporal y siento con fuerza cuando el cuerpo me pide parar. A veces es por saturación y otras porque El Mundo Real™ demanda tiempo en forma de trabajo, familia, eventos o estudios. Lo más habitual en mi forma de ser es que me retire a mi sancta sanctórum a revisar mi forma de hacer las cosas y cómo puedo mejorar, aunque no pocas veces he tenido que parar por saturación de partidas, ya que cerrar los grupos, coordinar horarios y recordar las tramas termina por agotar cuando llevas meses con ello.
Pero el tema que nos ocupa es irnos para no volver. Creo que hay cierto tabú a hablar del abandono del rol en la comunidad rolera. Para empezar porque, lógicamente, es la antítesis de la permanencia de la comunidad, pero también porque creo que hay cierto miedo a que se pierda el rol como tal, a la ceremonia de los dados, la narración, la reunión y las historias de las partidas. Hace unos años uno de los temas principales era el relevo generacional, luego la poca actividad rolera en redes y medios que surgió a raíz de la caída de algunos medios importantes, y posteriormente creo que volvió ese miedo con la introducción (para quedarse) de los medios digitales y el telerol. Yo mismo lo he sentido cuando me he planteado si dejaría de jugar con los años, pero el tiempo me está demostrando lo contrario y el rol no ha hecho más que volver con fuerza, mucho más cerca de mainstream cada vez, adoptando, lógicamente, los paradigmas de la generación del momento.
¿Pero qué haría que alguien tuviera que dejar de jugar, qué aleja al rolero? ¿Qué me he encontrado en aquellos que ya no juegan?
Motivos para dejar el rol
Lo cierto es que en las redes he visto de todo, desde los motivos más extraños a los más comprensibles. El más habitual por desgracia es la falta de grupo y tiempo, no pocos han elegido la senda de la mudanza y se han encontrado sin círculo rolero en su nuevo destino, especialmente pre-pandemia. El grupo no sólo tienes que tenerlo, también tienes que coordinar horarios, y determinados trabajos, especialmente los nocturnos, son capaces de aniquilar cualquier intención rolera.
Los dos siguientes son más clásicos, y es cuando El Mundo Real™ es quien demanda atención, sea por motivos laborales, de estudios o familiares. ¿Acaba de integrarse un nuevo familiar a tu party, habitualmente hija o hijo? Es comprensible que tu tiempo se reduzca. ¿Estudiando para oposiciones? Hasta luego Mari Carmen.
Por último, están los motivos más desagradables. Me he cruzado ya con varios Jugadores que han dejado el rol por motivos relacionados con la comunidad, desde enfrentamientos y polémicas a malestar con sus círculos. Esto lo abordo aquí porque es algo que creo que no debería pasar cuando se trata de temas mundanos, como jugar de una forma u otra o elegir un juego determinado, y no digamos ya del acoso y derribo (Y obviamente, sí que lo entiendo cuando se trata de comportamientos contra colectivos concretos)
Dicho esto, siempre que no dejemos de lado lo importante y tengamos las prioridades establecidas, todo esto se puede solucionar de un modo u otro, pero…
Motivos para no volver
Una vez llegas a los puntos anteriores, la cosa está en si queremos ponerle solución. Una vez los problemas (y esperemos que así sea) se van disolviendo, los hijos crecen, las oposiciones llegan y se aprueban, y tenemos menos carga laboral y ganamos buenos oros, podemos recuperar la afición… Si queremos. Porque en realidad ¿Quién querría volver a una afición que desgasta tanto, que consume tanto tiempo y que requiere un esfuerzo extra frente a simplemente ser pasivo como la TV? Sí, entiendo que estoy simplificando el asunto al máximo, pero creo que se entiende la idea.
El rol es una afición de nicho, que exige cierta dedicación. Y una vez pierdes el gusanillo y el ritmo y te centras en otras actividades placenteras, salvo que seas un rolero nato, puede que no lo eches de menos. Y sí, hay más cosas en la vida, algunas incluso más importantes y necesarias.
El rol puede ser una afición de coste casi cero, e incluso ahora con los medios digitales es mucho más sencillo reunir un grupo mediante comunidades (o contactando con aquel grupo que dejaste atrás por la mudanza) pero todo esto no funciona cuando lo que falla son las ganas y tenemos ya un desgaste. Personalmente, las veces que me he planteado parar ha sido por aficiones más inmediatas por la fricción clásica del rol, como el tiempo, horarios, grupos o incluso la falta de ideas, aunque he sido lo suficientemente cauto como para ver y reconocer en mí mismo las causas.
En el momentum de las pausas yo mismo no he querido volver porque sabía que iba a ofrecer exactamente la misma forma de narrar, la misma estructura y expectativas, y soy de los que creen que se puede innovar incluso dentro de la tradición rolera, que necesitamos tiempo para analizar y estudiar otros estilos y mejorar el nuestro. Si te sientes culpable al rechazar partidas o tomarte un descanso de la afición, es momento de preguntarte el porqué y revisar hasta qué punto te sientes obligado a jugar y porqué.
Pero si no queremos volver… Pues tampoco pasa nada. Más allá de anécdotas, historias y partidas legendarias, posiblemente tendremos muchos libros y materiales de que deshacernos y quizá deberíamos empezar por informar al grupo, por si son ellos los interesados en hacerse con dicho material, especialmente el homemade. En cuanto al material comercial, suele terminar en mercados de segunda mano, pero considera que tus compradores pueden ser próximos roleros y que probablemente estén dando sus primeros pasos en el hobby. Quién sabe. El rol se abre camino.
PD: Eh, si sigues aquí, si has llegado hasta aquí, síguenos en Twitter, Facebook, Instagram o Mástodon, hay para elegir.
Enfocando este abandono del que hablas, por lo que entiendo referido al del Narrador/Director de Juego, añadiría también el factor de la monotonía del eterno DJ: si recurrentemente diriges al mismo grupo durante años al/los mismo/s juego/s, hay una expectativa que "cumplir" sobre lo que esa mesa demanda y el rango para explorar nuevos juegos, estilos y técnicas está muy limitado. Salen malas actitudes porque "tu público" exige algo muy determinado de la experiencia rolera que cada vez te interesa menos. Te sientes estancado y finalmente tus sesiones se van aplazando ante la insistencia del "a ver cuando montas algo", con promesas que nunca se cumplen de que alguien tomará el relevo.
ResponderEliminarInteresante entrada, la vida real no perdona :-)
ResponderEliminarCiertamente es un tema que no se trata tan a menudo. Yo tuve un tiempo donde me planteé muy fuerte el dejar el hobby. En mi caso el motivo fue una fuerte depresión que estaba atravesando e intenté sobrellevarla pasando tiempo con amigos lanzando dados. El problema fue que estos amigos no resultaron tan comprensivos cómo creí que serían ante mi situación y terminaron convirtiendo cada sesión en un martirio aún mayor (aclaro que yo era el Máster). Aquello acabo por arruinar la amistad, incluyendo la relación con mi mejor amiga, y yo me dije a mi mismo que era inútil que un inepto social como yo sé empeñara por un ocio principalmente social (así de jodido estaba).
ResponderEliminarPero al final, un viejo amigo con el que había dejado de jugar antes del incidente me convenció de regresar y actualmente es un hobby mucho más relevante en mi vida de lo que era entonces; aunque me costó reponerme de aquello.
Es un buen resumen de motivos para dejar el roleo y ciertamente se hace muy dificil volver cuando has parado del todo. En mi caso venia de una epoca de rolear en mesa cada semana, rolear en juegos mmo con colegas de todas partes una vez a la semana, que yo mismo hacia de DJ de muchas de ellas y alguna que otra partida ocasional de rol por ahi suelta. Poco a poco fue dejando una cosa y otra, los grupso se disolvian, los mmos se volvian insufriblemente injugables por todo lo que no era rol y te pedia vivir dentro del juego (Ser lider de clan tampoco ayudaba a tener tiempo) y finalmente opte por descansar de todo ello y dejarlo un tiempo. O eso pense, que sera un tiempo hasta recargar pilas. Luego crisis tras crisis, economia que va cada vez peor, el trabajo que demanda mas atencion para sobrevivir y unos politicos ineptos que solo buscan quitarnos cada vez mas...hasta el 2019 que decidi empezar a preparar un mundillo propio y rolear de forma suave con los viejos colegas...y llego el 2020, el 2021 y el 2022. Finalmente lo lance en 2022 y...actualmente tengo un solo colega que juega, los demas desaparecidos. Asi que volver al ruedo cuesta, pero creo que en general, seas rolero mas o menos dedicado o con mas o menos experiencia, algo que tenemos todos en comun, es que tarde o temprano, queremos volver a ello y siempre echamos de menos los buenos momentazos que nos dan las partidas y roleos con amigos.
ResponderEliminarA veces pienso que es una época que ya no volverá, los 80 y principios de los 90 😭
ResponderEliminar