El rol tiene un importante componente interpersonal, y es que debemos llevarnos bien o al menos compartir cierta visión de la afición con el resto de la mesa, sea la forma de juego, el contenido, la temática o cualquier otra cosa. Una parte de esto sería el contrato social, la otra sería llevarse bien fuera de la mesa de juego.
El que no te apetezca compartir un momento, afición o cualquier otra cosa con alguien es algo relativamente común, unas veces será una partida online, otras veces una tarde de cine, lo que sea, dependiendo de la persona. En el rol lo más habitual es que ocurra de un Jugador hacia un DJ en función del estilo de dirección o juego por ejemplo, o entre los propios Jugadores, pero parece existir cierto tabú a la hora de que sea el DJ quien ponga peros a un Jugador. Quizá sea porque existe cierto cliché sobre los DJ en que parece que ansiamos dirigir sobre todas las cosas o que tenemos cierta paciencia desarrollada cuando llevan unos años en ello (Y esto es parcialmente cierto) pero creedme, hasta los DJ tienen sus preferencias.
En este artículo y desde un punto de vista estrictamente personal y como DJ habitual, me gustaría ahondar sobre ciertas actitudes en la mesa de juego que hacen que se me quiten totalmente las ganas de jugar con una persona. Insisto, es una opinión y a cada cual puede molestarle algo diferente. ¿Vamos a ello?