Desde nuestros inicios, a los seres humanos nos gusta contar historias y hemos buscado diferentes formas de hacerlo: Desde la música, el cine o la literatura hasta los propios juegos de rol.
Bajo esas categorías, los juegos de rol tienen particularidades que los diferencian del resto de los mencionados. La primera es su interactividad como juegos en base a sus mecánicas y la segunda, mucho más importante, aquello que atañe a su narrativa, en la gran mayoría de ocasiones construida sobre la marcha de forma colaborativa en función del transcurso del juego. A grandes rasgos son un conjunto de herramientas y notas generales de corte lúdico para dirigir una ficción narrativa: El relato que se construye a medida que jugamos.
Esto es lo que hace a los juegos de rol una afición tan especial, y muy probablemente el deseo de construir tus propias historias y emplear tus propias herramientas y mecánicas para ello te haya llevado al punto clave: Quiero crear mi propio juego de rol. ¿Por dónde empiezo?